El lugar de trabajo a menudo puede sentirse como un campo de batalla, y aprender a colaborar con diferentes tipos de líderes es una habilidad crucial para todo profesional. ¿Alguna vez te has encontrado con un jefe que parece saberlo todo, no tolera errores y tiene dificultades para entender el razonamiento emocional? Estos jefes "Expertos-Sabelotodo" pueden ser particularmente difíciles de tratar, pero con las estrategias adecuadas, puedes convertir estos desafíos en oportunidades de crecimiento.
En su libro Cómo lidiar con jefes difíciles , Robert Bramson proporciona un análisis detallado del jefe "Experto-Sabelotodo". Estos individuos típicamente ven la precisión y la minuciosidad como sellos distintivos de la competencia. Tienen poca tolerancia a los errores, incluso menores, y a menudo carecen de paciencia para los aspectos emocionales, intuitivos u otros aspectos no racionales del comportamiento humano. Debido a que son muy conocedores y planifican meticulosamente cada acción, pueden hacer que los subordinados que no sobresalen en el pensamiento lineal se sientan inadecuados. El aspecto más frustrante de trabajar con estos jefes es que generalmente tienen razón.
Si bien su actitud de "Siempre tengo razón" puede ser irritante, esto no es lo que los hace particularmente desafiantes. El verdadero problema radica en su capacidad para convertir a los empleados competentes en aparentemente incapaces.
Bramson escribe: "Estos pesos pesados de los hechos y la lógica son descritos por sus subordinados como imparables, inamovibles y lo suficientemente indiferentes como para ganarse el nombre de sus primos mecánicos: los bulldozers. Por ejemplo, siempre tienen la respuesta correcta a cada pregunta, no una respuesta correcta, sino la respuesta correcta. Cuando alguien no está de acuerdo, reaccionan como si fuera una afrenta personal en lugar de una simple diferencia de opinión, interrumpiendo la conversación con visible enojo. Los bulldozers son, de hecho, a menudo acusados de comportarse de una manera muy 'superior', descartando las ideas de los demás como si fueran los pensamientos confusos de niños confundidos. ¿Por qué no deberían hacerlo? Están convencidos de que sus planes e ideas son mejores que las de cualquier otra persona."
¿Cómo responden típicamente los subordinados? Bramson señala: "La manera dominante del bulldozer —condescendiente, condescendiente y pontificadora— a menudo evoca recuerdos de padres impacientes que siempre sabían más, y los empleados por lo demás competentes se encuentran cayendo en una especie de rebelión infantil clandestina. Demuestran su 'independencia' negándose a funcionar a plena capacidad. En cierto sentido, están 'presumiendo' su incompetencia. Así, el extraño círculo se completa, y la opinión del sabelotodo sobre la inadecuación de la mayoría de las otras personas se confirma. No es difícil ver por qué serían reacios a confiar en los demás y solo les permitirían realizar las tareas más rutinarias o mentales."
Bramson observa: "De todos los jefes difíciles que he estudiado, el Experto-Sabelotodo es el más difícil de influir. Sospecho que su conciencia de su propia competencia, junto con los subordinados que con frecuencia caen en la negligencia resistente, los lleva a creer que son el estándar al que todos deberían aspirar. Desde esa elevada posición, los balbuceos de los subordinados generalmente pasan desapercibidos. Por supuesto, no es imposible llamar la atención de un bulldozer, pero hacerlo puede requerir más esfuerzo y persistencia de los que estás dispuesto a invertir."
Bramson ofrece varias sugerencias prácticas para gestionar esta desafiante relación:
Al emplear estas estrategias, no solo puedes gestionar tu relación con un jefe Experto-Sabelotodo de manera más efectiva, sino también crecer profesionalmente y mejorar tu valor en el lugar de trabajo. Recuerda, los desafíos a menudo presentan oportunidades: la clave está en cómo los abordas.